“El liderazgo es cuestión de virtudes”, Alexander Dianin-Havard

Por: Jorge Sierra

Fotos: UNIS

Llegó a Guatemala este escritor y motivador francés para hablar sobre el liderazgo virtuoso. Sus cuatros libros, traducidos a 20 idiomas, descansan sobre la primicia que el verdadero liderazgo se cimenta en cultivar virtudes cardinales y tradicionales.

Alexander Dianin-Havard es alto, robusto, rapado, de voz soprano y gestos amables. Mantiene el volumen de su voz, aun cuando se le contradiga. A la hora de hablar de Liderazgo Virtuoso, tema que le ha llevado a viajar alrededor del mundo, lo hace con naturalidad y aplomo.

De origen francés, ruso-georgiano este abogado de profesión ha escrito tres libros que, según confiesa, dos se han derivado del primero, Liderazgo Virtuoso (traducido a 20 idiomas). Sucedió que pocos años después de publicarlo, quiso meterle bisturí y profundizar en argumentos que apenas tocó en ese primer texto, como el de las virtudes clásicas que menciona y que ahora considera, vitales para alcanzar ese liderazgo.

La Universidad del Istmo de Guatemala le invitó al país para no solo ofrecer la Lección Inaugural, Liderazgo virtuoso para la educación, sino también para impartir el seminario Liderazgo Virtuoso que se realizó el jueves 6 de febrero, en el auditorio Antonio Rodríguez Pedrazuela, de la casa de estudios que se llenó. Previo al mismo, Local Times tuvo la oportunidad de conversar con Dianin-Havard.

-Empecemos desde el título de su primer libro, Liderazgo virtuoso: Una agenda para la excelencia personal. Me gustaría saber ¿Qué es el liderazgo virtuoso?

-Es el liderazgo sencillamente. El liderazgo es una cosa de carácter. No tiene nada que ver con el temperamento biológico. Mucha gente piensa que un líder es un furioso, que ha nacido líder porque tiene un temperamento colérico. Es el que, según esa creencia, está dirigido hacia la acción todo el tiempo. Hay gente que nace managers, que biológicamente está dirigida a la acción, pero no es un líder. Un líder es una cosa moral. Un líder es una manera de ser, es una persona que busca la grandeza y que ayuda a los otros a ser grandes. Esta es una virtud que se llama magnanimidad. Es la persona que practica una virtud muy concreta: la magnanimidad, que es la virtud de los grandes, de un soñador, que quiere ser grande espiritualmente hablando y, al mismo tiempo, es un servidor de los otros. Es decir, practica la virtud de la humildad, porque quiere ayudar a los otros a ser grandes. El liderazgo es cuestión de virtud. Yo le he nombrado liderazgo virtuoso porque no hablo de un liderazgo técnico. Mucha gente piensa que el liderazgo es una cuestión técnica, profesional, pero no es verdad. Una clave es que la gente habla de líderes, cuando fundamentalmente se refieren a managers, a boss, a jefes, y para mí eso no tiene nada que ver con el liderazgo.

-Colijo entonces que el liderazgo es algo más transversal, desde lo profesional hasta lo personal

-Sí, el liderazgo es siempre personal, pero tiene consecuencia transversal porque es la práctica de virtudes. Si tú tienes esas virtudes creas lo que se llama: confianza, lo que permite dirigir bien a las personas. La particularidad de la virtud es siempre personal y, a la vez, es social. No hay virtud que sea solo individual. El liderazgo es cuestión de virtudes. Nadie nace líder. Tener una posición de CEO en una empresa no significa que seas líder. Ser el jefe de una empresa no te hace líder. El poder que te da la gente no es el mismo que te da el carácter. El liderazgo es el poder que viene del carácter, en latín se llama, autoritas, y en cambio el poder que te da una tarjeta de presentación se llama protestas. La protestas es el poder que te da la gente, mientras que la autoritas es el poder que adquieres por tu propio carácter, y ese es el liderazgo. Yo no le tengo confianza a un jefe solo porque que es un jefe, en cambio le puedo tener confianza porque veo que sus empleados se lo tienen y porque él mismo lo tiene.

-A la vez inspira

-Más que inspirar, el líder te ayuda a crecer.

-¿Qué pasaría si nos rodeáramos de una sociedad compuesta de líderes?

-Seria super bueno, porque tendríamos followers. Un líder siempre es un seguidor. Esta es una sociedad en la cual hay líderes aquí y seguidores por allá, pero eso es porque esta no es una sociedad. Un líder siempre es un seguidor. Tú no puedes ser líder si no sigues a alguien. Alguien te ha ayudado a crecer, alguien te ha ayudado a desarrollar las virtudes de la magnanimidad, de la humildad, de la grandeza, del servicio. Repito, un líder siempre es un follower, sigue a otras personas.

 

El liderazgo es cuestión de virtudes. Nadie nace líder. Tener una posición de CEO en una empresa no significa que seas líder. Ser el jefe de una empresa no te hace líder.

-Entiendo que ser líder es ostentar poder. Mi pregunta es ¿ya hay madurez, preparación para manejar bien ese poder en los actuales momentos?

-Es evidente que el aspecto técnico es importante, pero el 90% de tus capacidades son por el carácter, después es skills en inglés, es ese 10% de tu eficiencia, pero no más. Lo que sabes, lo que has aprendido es un 10%, no más de tu eficacia como ser humano. Si tu como ser humano eres sincero valdrá más que alguien que tiene mucho conocimiento y mucha experiencia. Este último puede ser un fracasado. Un 90% de tu eficacia como profesional es quién eres tú, y 10% qué sabes. Entonces el liderazgo es ese 90%.

¿Y el poder y el éxito (económico y social) no es lo que persuade a una persona a querer ser líder? ¿No será que le atrae el liderazgo porque va adquirir poder? ¿Por qué va a decidir por otros para sus intereses?

-Sí, pero eso significa que esas personas no han entendido lo qué es el liderazgo. La gente que dice: “Yo quiero ser líder. Así la gente me va admirar”, pues bien, esa pobre gente no tiene idea de lo que es un líder. Solamente los medios de comunicación utilizan la palabra líder, para referirse a los jefes de organizaciones, de presidentes, de todas estas personas, pero la verdad es el que el 90% de los que llaman líderes son solo unos desgraciados.

-¿Y el ego no puede librarse de la obligación de ser líder?

-Es una obligación, no un choice. Es una obligación moral. El liderazgo es buscar la grandeza ayudando a otros a ser grandes. De esa forma te das cuenta que es una obligación moral de cada persona. Porque si no, tu vida no tiene sentido. ¿Qué sentido tiene la vida si no buscas la excelencia y la grandeza personal en ti mismo y en los otros? ¿Esto qué es? Respuesta: No es un ser humano. Es un egoísta. Y además, un egoísta pequeño. El liderazgo es una obligación moral. Y el tipo de liderazgo no tiene nada que ver con la posición social o profesional que se tiene. Una madre de familia que no tiene ninguna tarjeta de presentación puede ser una líder absoluta y ser mucho más interesante que millones de jefes de empresas. Tiene que estar claro esto. Hay jefes de empresas que son líderes muy buenos e igual hay madres de familia que lo son, pero nadie las mira, pero cumplen con ser magnánimos y humildes.

-Supongo que estás consciente que ¿el poder corrompe?

-El poder corrompe a la gente que no está preparada. La gente no preparada no debe tener poder. A un niño de diez años, que todavía no tiene las virtudes bien desarrolladas, no le puedes dar poder, porque el poder lo corrompe. Tú ves a un niño a los 15 o 16 años de edad, y te das cuenta que empieza a madurar, que es muy bueno que experimente la libertad, la responsabilidad y le das poder porque sabes que es bueno para él. Y lo tiene que experimentar, porque si no, no va a crecer. Entonces cuando decimos que el poder corrompe y que el poder absoluto, corrompe absolutamente como dijo Lord Acton es falso, el poder corrompe en la gente no preparada. La gente virtuosa con poder se hace mejor, porque toma muchas decisiones. Y cuando cada día y cada segundo tomas muchas decisiones importantes, es que estás preparado para esto y creces como ser humano.

-Hablas de magnanimidad y humildad. ¿Hay otras virtudes más?

-Las cuatro virtudes tradicionales y cardinales son: la prudencia, la capacidad de tomar buenas decisiones; la fortaleza, la capacidad de seguir el rumbo, de ser audaz; la justicia, que es la capacidad de dar a cada uno lo suyo; y la templanza, la capacidad de dirigir tus emociones, pasiones y utilizar la energía vital de estas para el cumplimiento de tu misión en la vida. Estas son virtudes, digamos cardinales básicas, es decir, si no las practicas sencillamente no eres un ser humano. Y el liderazgo en ese sentido, es una vía humana que lleva a practicar estas virtudes, aunque no son la esencia del liderazgo, son la base.

Una madre de familia que no tiene ninguna tarjeta de presentación puede ser una líder absoluta y ser mucho más interesante que millones de jefes de empresas.

¿Está a punto de escribir nuevo texto?

-Ahora no. Por lo general escribo más o menos 100 páginas cada tres años, escribo por año, 30 páginas aproximadamente, pero te aseguro que son buenos. No soy un escritor prolífico que se pasa el tiempo escribiendo. Yo escribo cuando tengo algo que decir. Me doy cuenta que hay un tema que no ha sido desarrollado e investigo. Mis libros ponen muchos ejemplos prácticos, no solo es una investigación intelectual. La gente está muy agradecida de cada párrafo, porque después pongo ejemplos concretos, prácticos, que vienen de la vida misma, de gente conocida o de gente de la literatura.

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